“Un líder es un repartidor de esperanzas” (Napoleón)

El liderazgo es un tema crucial en todo proceso de fortalecimiento organizacional. Actualmente, las personas exigen líderes de verdad, líderes auténticos, líderes orgullosos de su historia de vida y de sus orígenes, asertivos y que sostengan conversaciones nutritivas y creíbles. Un liderazgo confiado y consistente es la piedra angular para todo trabajo con buena calidad de vida.

Un líder auténtico es un líder con marca personal, marca definida, asumida y compartida desde una conducta coherente. Un líder auténtico es una persona orgullosa que está satisfecha con quién es como ser humano. He conocido liderazgos definitivamente laxos, poco auténticos y con doble agenda con sus trabajadores y con ellos mismos, también. La autenticidad es hacerse cargo del ser humano que somos, con nuestras luces y sombras, con nuestras fortalezas y fisuras, y también con nuestras búsquedas posibles.

Preguntas para reflexionar

¿Qué se necesita para alcanzar liderazgos auténticos? ¿Qué valor le damos a la autenticidad en las relaciones de trabajo y en la vida en general? ¿Cómo sostener la coherencia entre lo dicho y lo hecho en el campo laboral? ¿Qué nivel de consistencia tienen nuestros actuales líderes organizacionales? Como líder, ¿qué compromiso tengo con mi historia, con mi vida ya recorrida, con mi identidad? ¿Qué de mi experiencia puede sumar al proceso formativo de mi equipo de trabajo?

Características

  • Urge entender el liderazgo como una posibilidad movilizadora.
  • Liderar es dar confianza a otro(s), se basa en la credibilidad.
  • Hoy la “desesperanza aprendida” exige de relaciones verdaderas.
  • Lo auténtico moviliza y genera coordinación desde la confianza.
  • Un líder que desconfía de quién es, difícilmente confiaría en los demás.
  • Lo que nos define como seres humanos es nuestra historia.
  • “Soy lo que digo”, es lo que espera todo trabajador de sus líderes.
  • La marca personal es nuestro sello, nuestro carisma y nuestra luz propia.

Testimonio

“Años atrás tuve un jefe que decía una cosa y hacía otra, a este seudo líder nunca se le creyó nada. Eran falsas sus palabras e historia de vida, como también sus compromisos. Esta persona nunca nos generó confianza, ese fue su gran talón de Aquiles” (Andrés, empresa de contabilidad, Perú).

Aprendizaje

Sobrevivir al trabajo es tener buenos liderazgos, es estar en lugares sanos, con líderes consistentes y reales a la hora de coordinar acciones, emprender sueños y desafíos colectivos. La autenticidad es un valor en estos tiempos de tanta puesta escena, tanto marketing banal y figuración inconsistente. Para un líder, su autenticidad es la base fundacional de su reputación como individuo.

Fuente: Rhmanagement.cl