Un exhaustivo informe destaca la alarmante pérdida económica debido a trastornos mentales en el ámbito laboral y propone acciones concretas para empresas, profesionales de la salud y políticas públicas, con el fin de revertir esta tendencia y promover entornos de trabajo saludables.
Un reciente informe publicado en The British Journal of Psychiatry por Darren Minshall, Derek K. Tracy, Mark Tarn y Neil Greenberg destaca la urgente necesidad de abordar la creciente preocupación por la salud mental en el ámbito laboral. Según el estudio, casi el 60% de la población mundial trabaja, pero la productividad perdida debido a la depresión y la ansiedad cuesta a la economía mundial aproximadamente 1 billón de dólares estadounidenses. Además, en el Reino Unido, el 12% de la población en edad de trabajar reporta padecer ‘depresión, nerviosismo o ansiedad’, lo que representa a aproximadamente 5 millones de personas cuyo bienestar y productividad están en riesgo.
El informe resalta la importancia del trabajo en la mejora de la salud mental, proporcionando estructura, recompensas, contacto social y un sentido de agencia personal. Sin embargo, las malas condiciones o prácticas laborales pueden generar estrés y conducir a trastornos mentales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo han propuesto un marco de políticas para prevenir riesgos psicológicos, proteger y promover la salud mental y el bienestar, y apoyar a quienes padecen trastornos mentales.
El informe también hace un llamado a la acción para empleadores, proveedores de servicios de salud y la sociedad en general, subrayando la oportunidad para que los psiquiatras lideren la implementación de intervenciones y servicios basados en evidencia. Se enfatiza la necesidad de formar a los gerentes para que estén atentos a los signos de angustia y fomenten una cultura de apoyo. Además, se destaca la importancia de la prevención primaria a través de la gestión de riesgos psicosociales y la implementación de programas de asistencia al empleado y esquemas de colocación como parte de la prevención terciaria.
En conclusión, el informe enfatiza la necesidad crítica de actuar ahora para revertir la tendencia ascendente en problemas de salud mental en la población en edad de trabajar, destacando la importancia de un enfoque multidisciplinario y colaborativo. La salud mental en el trabajo no solo es un imperativo de salud pública, sino también económico y social, que requiere la atención y el compromiso de todos los sectores de la sociedad.
Fuente: rhmanagement.cl